
Esta mañana a las 8.00 a.m. una tromba de policías ha llegado a desalojar el
Centro Social Casablanca de muy
malos modos. Después de algunas identificaciones y una persona detenida, se han podido sacar muy poquitas cosas de ahí, muy pocas.
Un par de horas después, la calle estaba llena de solidaridad, de personas que habían acudido a ayudar a sacar cosas, quizás, aunque ya no se podía; a intentar impedirlo, quizás, aunque ya tampoco se podía; o a gritar, que eso sí se podía.
El clima era de frustración, por la cantidad de proyectos que se quedan sin hogar. De lágrimas y abrazos, por las ilusiones y alternativas de muchas personas que se han quedado tapiadas dentro. De indignación, el edificio seguramente seguirá vacío y muerto, como estaba antes de que los proyectos de Casablanca le dieran vida. De rabia, ya que, si había orden judicial, nadie la ha visto. Y de crispación, ya que se presume que este desalojo no sea más que otra de las
maniobras intimidatorias previas a la convocatoria del
25S. Porque, ¿es mucha casualidad que el primer medio que ha llegado a la zona haya sido TeleMadrid, o me lo parece a mi?
Todo apunta a que las razones de desalojar justo en este momento, hoy, trasciendan al propio proceso de Casablanca. Pero tengo dudas, no se si esta mañana he asistido a un desalojo preventivo o a un desalojo de caldeo. Del 25S, se entiende.
El comunicado de Casablanca, con todos los detalles, aquí.
1 comentario:
Una pena, y otro sinsentido más para esta sociedad, todo apunta a que es un acto para silenciarnos, para evitar que nos relacionemos, que nos ayudemos y que aprendamos los unos de los otros, ¿lo van a conseguir con este tipo de acciones? No¡¡¡
Gracias por el artículo.
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