18 agosto 2020

18 de Agosto

Siempre es duro nacer. Volver a comenzar de cero. Siempre. En mi caso no fue distinto. Lo he vuelto a vivir. Lo he recordado. Yo no quería volver. Fue un proceso tremendamente doloroso. Tanto para mi como para mi madre. Me lo ha dicho siempre. Lo que le costó. Lo guerrera que he sido siempre, desde el bien principio de mi historia en esta encarnación. 

Siempre es duro recordarlo. Cada 18 de agosto entro en katarsis. Y la vida a mi alrededor también se vuelve katártica. Se rompen cosas, se pierden cosas, un novio te decepciona y le mandas a tomar por el culo o tus instructores esotéricos, por vez primera, no acuden a la cita semanal. Siempre pasan cosas. 

Esta vez, sin saber decir desde donde, he decidido observarlo. He entrado en stand by. Estando sin estar. En silencio. Sin querer hablar. Queriendo ser invisible. Queriendo interactuar con los elementos. Con los pájaros. Con el humo de la chimenea de cronospan y mi pensamiento al verlo: Ahí también hade estar dios, porque es hermoso ver los algodones de humo subir. Mezclarse con las nubes. Es jugoso, hipnótico, misterioso. Ni en mil años comprendería cómo se fabrica esa nube constante, siempre saliendo hacia arriba. Interactúo con ese ciruelo dejando caer las ciruelas en mi mano, soltándolas con gracia y facilidad para mi mermelada. Otras veces no, no soltándolas. Nadie mejor que el árbol sabe cuándo es el momento justo. El lo sabe y cuando es el momento tira su fruto. Para que no te esfuerces. He entrado en comunión contigo, los dos lo sabemos. Y eso que no han hecho más que interrumpirnos. Con cuestiones que no van a ningún lado. Nada va a ningún lado, ya lo se. O más bien a ninguna parte. 

El otro día un cliente dijo eso. Dijo todo el día estresados para llegar todos al mismo sitio. ¿No te parece que vamos demasiado estresados? me preguntó. Si. Le dije. Estoy totalmente de acuerdo con eso. Y eso se me quedó entre oreja y oreja. ¿Sabes cuando te dicen una cosa y te entra por un oído y se te queda dentro? A mi eso se me quedó dentro. Y me observé a mi misma. Todo el día preocupada por chorradas. Todo el día mirando el puto móvil. Todo el día ocupada de cosas que están ahí fuera y que dan absolutamente igual.

Yo solo quería estar en comunión con las plantas. Estar presente. Estar para mi. Y eso es raro. Estás rara. Llámalo como quieras. A mi lo que opines de mi siempre me ha dado igual. Hoy estoy para mi. Todo me parece escaso los 18 de agosto. Leoncio se salvo de la quema. El año pasado mi amiga Harriet dedicó bastante tiempo a fabricarme un títere de dedo con forma de león. Cuando loví lové. Cuánto amor sentí. Tanto que se transformó en lágrimas de amor. Y en abrazo y en promesa de amor eterno. Como cuando estás borracha y exacerbas todo lo que sientes. Igual pero con agua mineral del tiempo. Siempre lloro el 18 de agosto. Esa es otra constante. Hoy he llorado 3 veces creo ya. 

Hay cosas que el 18 de agosto se muestran más que otros días. El dolor es más doloroso. La alegría nunca es una alegría sana. Siempre algo se desencaja por dentro y brota hacia afuera. Hoy he sentido una sensación de decadencia tribal. Estamos cada vez más separados. Más conectados a una pantalla. Menos conectados por hilos vitales. Todo se cae a pedazos. Y aunque todos asisten al decaer de los eventos, nadie hace nada por cambiarlo. Ni si quiera yo. Hoy me he encontrado sumida en ese río de impotencia, decadencia, complacencia.

Después la policía nacional ha parado en frente de mi portal a decirme que me pusiera la mascarilla. Yo había bajado a tirar el plástico al contenedor amarillo. Venía de ir con la bici. Y no había ningún ser humano a menos de 50 metros, tal vez 100 o mil. No veía a nadie. Más que a esos policías metidos en esa furgoneta señalándose la mascarilla, mirándome y dando marcha atrás. 

Yo estaba hablando por teléfono. Espera, que vienen a por mi., he dicho. Y me he metido en el portal antes de que otra cosa ocurriera. ¿Qué posibilidades hay de que en una franja de 5 minutos la policía nacional pase por la puerta de tu portal a decirte que te pongas la puta mascarilla? Pocas. Muchas si es un 18 de Agosto. 

Digo puta porque quería enfatizar eso. En realidad me ha dado igual. Ellos hacen mi trabajo y yo el mio. Observo. Soy fiel a mi cuerpo. Ayudo a otras personas a sanar. O lo intento. He decidido además, que no quiero separarme de ninguna persona. Por ningún motivo. He decidido que la mascarilla no sea un tema. He decidido que no nos divida. Yo lo que siento lo siento claro. Y allá cada uno con su sentir. 

Hoy, curiosamente, nadie ha requerido mis servicios. Pero mañana 3 personas me visitan. ¡3!

Doy gracias por ello. 

Y porque mañana ya será otro día. 

19 de agosto.

Eso ya suena distinto. 

16 agosto 2020

Intervenzione per la battaglia dell'arte

 








Cuando capiamo la malattia possiamo accedere a la saggeza del grial.
Così come i cristali ci aiutano a guarire, la malattia ci aiuta a ricomporre i pezzi.

15 agosto 2020

La u o la o

El glóbulo negro, los esputos, la flema, la llama, la fiebre, la pus.

Abrirían la grieta, inflamarían el malestar hasta el límite de lo soportable, infectarían el lamento de dolor, evidenciarían la rotura con lo que pudiera haber de cierto ahí.

Como las monedas, tendrían dos caras.

Si la atención se dirigiera al dolor, dolor se recibiría.

Si la atención se dirigiera a otras cosas, otras cosas se obtendrían.

Quien pensara que no hay elección, no tendría elección.

Quien pensara otra cosa, otra cosa crearía.

Esclerosis lateral amiotrófica, fibrosis quística, síndrome x frágil, gripe común y otras.

Chamánica, pránica, física, cuántica, espontánea y otras.

Tristeza galopante, aburrimiento quístico, desgana aplastofoide, amargura diarreica, materialismo compulsivo crónico, píldoras de queja matutinas.

Sonrisa cardiovascular, pranayama aeróbico, abrazos en cápsulas, tres tomas diarias de compasión concentrada confiamor.

Perder la partida sin haber jugado.

O arremangarse y agradecer la oportunidad única de verse crecer.

Las dos.



14 agosto 2020

Qualunque cosa sia l'amore


Nell'ombra di quello che si mostra, dietro i dolori e i diversi fastidi si trova la vera natura della malattia. La chiave per scoprirlo, come per qualsiasi altar cosa è l’amore.

 

01 agosto 2020

Medit acción

Mi cuerpo cae sobre la alfombra
Escucho mi respiración
Lenta
Más lenta.

Mi atención se dirige a mi dolor físico
Y me vacío de él.
Veo cómo, simplemente, se va.

Reparo en mi emoción
De duelo, de tristeza, de engaño
Y me vacío de eso
Se disuelve.

Observo mis pensamientos
De preocupación, enmarañados
Y me vacío de ellos
Veo como resbalan por mi frente hacia los lados y caen en la alfombra y se cuelan por las fibras hacia abajo.

Mi respiración sigue lenta
Más lenta
Y yo me siento vacía
Vacía de mi cuerpo, de mis emociones, de mis pensamientos.
Vacía de mi,
llena de lo que soy.

Dos manos recorren mi cuerpo
Desde la cabeza a los pies
Llevándose con su tacto todo eso que no es.

Respiro y sonrío interiormente.
Celebro haber conquistado lo esencial
haciendo mermelada de ciruela.