05 marzo 2022

Buenas noches, Miguel

Saco tu cuerpo del mío. 
No exactamente esta vez. 
Sí, te saco de ese fular azul que encarama tu cuerpo: abierto, al mío: abierto al tuyo, también. 

Deshago los nudos, desenlazo los metros de tela y te poso con cuidado en la cama. Sigues en ese duermevela precioso que hace que tu mano derecha se mueva en círculos como las aspas de un ventilador. La izquierda sujeta la chupeta azul. Pareciera que la sujetas, que la agarras por el mango, también, aunque los expertos digan que eso es imposible. Y, de hecho lo es, es imposible que hagas algo parecido con otro objeto o en otro momento. Pero sí ahí, en tu intimidad, con tu chupeta, en tu estar dormido despierto o al revés. 

Te observo. 
Mi pecho derecho rebosa leche. 
Lo observo. 
Mi pecho derecho está inflamado de leche, duro, casi plástico. Falta poco para que me reclames. Y así es. La chupeta se escapa de tu boca y empiezas a emitir pequeños gemidos, quejidos sutiles pero inequívocos. Mamá está aquí. 

Entro en la cama y, levantándote, te coloco en mi regazo. Me doy cuenta de que tendría que empezar a informarte antes de cogerte en volandas. Si. Son muchas cosas las que hay que tener en cuenta, pero todas son importantes. Es hermoso aprender contigo, que haces todo tan fácil. El otro día, entraste sonriente en el quirófano. Sin duda Rosa tiene razón cuando dice que los Bebotes sois fuertes. Si lo sois. Y seguramente es así porque sólo os ocupáis de sobrevivir. En el sentido más virtuoso y expansivo de ello. Sobrevivo y, si lo logro, sonrío. Punto. 

En tu caso, además, tienes un cuerpo que funciona bien. 
Que expulsa los gases con Alegría y facilidad. Si se atascan pides ayuda y en un santiamén se liberan. 
Por hacerlo fácil, casi ni haces caca, de modo que no hay que limpiar, ni cambiarte tanto. Lo haces muy fácil. Y por eso y por tu calma y presencia serena te agradezco tanto, tantas veces. 

También ahora, cuando nos preparamos para otra noche mágica tu y yo solos esta vez. 
Tu y yo infinitos, navegando juntos aquí y en el mundo de los sueños. 

 Buenas noches, Miguel.