31 diciembre 2012

Mirando a América Latina

A menudo miro hacia América Latina. Porque han pasado por lo que estamos pasando nosotras ahora. Porque me ayuda a entender la desesperanza de las personas de allí que me encontrado por aquí. Porque me gusta mirar. Porque somos hermanas, un poco más hermanas que del resto de personas que lo son sólo por ser personas.

Esta vez, me fui a mirar al Reina Sofía a ver la exposición 'Perder la forma humana. Una imagen sísmica de los años ochenta en América Latina'. Me atrajo, sin duda, su título evocador. Aunque lo que me encontré fue mucho más de lo que un título podía evocar. Encontré ideas, arte, textos, fotos, vídeos, política, agitación, inspiración, acciones, sonrisas y caras honestas en las que nos vi reflejadas.

Aquí os dejo un pedacito de algunas de las cosas que me gustaron. Ni siquiera me dio tiempo a verlo todo. Allí había (hay) muchas muchas cosas, así que... mejor ver.















29 diciembre 2012

Pensaron que era un lobo

En un cuarto
diáfano
de oscuridad
un hombre
enciende un círculo
de nicotina,
perturbando
de naranja
las sombras del mundo.  
Da una calada
expira el humo. 
La negrura
de la noche
respira. 
Del bolsillo
del pantalón
saca
un sobre. 
Abre la puerta
de la luz
y rompe el sobre
en la nevera. 
Lo rojo
de los números
perturba
lo blanco
del humo. 
Tiembla
lo blanco
de las baldas
de la nevera.
Amarillea
lo blanco
de los ojos
del hombre.
Lo blando
de las emociones
se resiente.
Aplasta
el hombre
el círculo
de nicotina
contra las yemas,
contra el suelo,
perturbando
lo naranja
de la colilla
lo cuadriculado
de las baldosas. 
Cierra
la puerta
y desenchufa
el cable de la luz
para siempre.
Un cuerpo
camina
va y vuelve
en la oscuridad
de las baldosas. 
Un pecho
se infla. 
Un puño
se cierra. 
Una vena
se hincha.  
Un grito
oxidado
perturba
lo blando
de la noche.

.8


Huele la sangre
el animal herido
de abandono.

28 diciembre 2012

Moral anarquista (2)

[...] Dejando a un lado las pasiones más fuertes, pensad en el hombre mezquino que engaña a sus amigos, que miente a cada momento, bien para sacar a cualquiera un cigarro, bien por vanidad necia, bien por placer de hacerlo. Pensad en el empresario que roba unos céntimos a cada uno de sus trabajadores para comprar una joya para su mujer o su querida. Pensad en cualquier otro tipo ruín. Todos ellos se limitan a seguir un impulso; todos buscan la satisfacción de una necesidad, o tratan de evitar lo que, para ellos, sería motivo de dolor.
Casi se siente vergüenza al comparar estos canallas mezquinos con el que sacrifica su existencia por la liberación de los oprimidos y sube al cadalso, como subieron tantos nihilistas rusos o anarquistas de otros países... Tan diferentes para la humanidad son los resultados de estos dos tipos de vida que lo mucho que nos atraen los unos nos repelen los otros. Y, sin embargo, si pudiérais hablar con aquel mártir, con la mujer que va a ser ahorcada, en el momento mismo de subir al cadalso, os diría que no cambiaría su vida por la de los perros del zar ni por la del aprovechado que vive de lo que roba a sus trabajadores. En su existencia, en la lucha contra los monstruos poderosos, encuentra su placer más grande. Todo lo que no sea esta lucha, las pequeñas alegrías del burgués y sus mezquinos problemas le parecen despreciables, tan aburridos, tan tristes... ''Vosotros no vivís, vegetáis - os diría-; y yo he vivido'' [...]
Moral anarquista
Kropotkin 

27 diciembre 2012

Moral anarquista

[...] Hace treinta años, la juventud rusa se planteaba apasionadamente esta misma cuestión. 'Seré inmoral', decía un joven nihilista a su amigo, dando rienda suelta a los pensamientos que le atormentaban.  
'¿Por qué no lo había de ser? ¿Porque la Biblia lo quiere? La Biblia no es más que una colección de tradiciones babilónicas y judaicas coleccionadas como los poemas de Homero, las canciones vascas o las leyendas mongolas. ¿Debo yo volver al estadio intelectual de los pueblos semibárbaros de Oriente? 
¿Seré moral porque Kant me habla de un imperativo categórico, de una orden misteriosa que surge del fondo de mí mismo y me obliga a ser moral? Pero ¿por qué ese imperativo categórico ha de tener más derechos sobre mis actos que aquel otro imperativo que de cuando en cuando me incita a emborracharme? ¡Es sólo una palabra, como la de Providencia, o Destino, inventada para encubrir nuestra ignorancia! 
¿O quizá he de ser moral para dar gusto a Bentham, que quiere hacerme creer que seré más feliz si me ahogo por salvar a un desconocido caído al río que si miro cómo se hunde?
¿O bien, por último, porque mi educación es así, porque mi madre me enseñó la moral? pero entonces debo arrodillarme ante una imagen de Cristo o la Virgen, he de respetar al rey, inclinarme ante el juez que sé es un sinvergüenza, todo ellos simplemente porque mi madre, muy buena, pero muy ignorante, me enseñó una serie de tonterías. 
Tengo estos prejuicios, como todo el mundo, e intentaré deshacerme de ellos. Incluso si me repugna ser inmoral, me obligaré a serlo, como cuando siendo adolescente dejé de tener miedo a la oscuridad, al cementerio o a los fantasmas y a los muertos, cosas todas que cuando niño se me habían inspirado. [...]''

La moral anarquista
Kropotkin 

25 diciembre 2012

Poema de Miriam Reyes


NO SOY dueña de nada
mucho menos podría serlo de alguien.
No deberías temer
cuando estrangulo tu sexo,
no pienso darte hijos ni anillos ni promesas. 
Toda la tierra que tengo la llevo en los zapatos.
Mi casa es este cuerpo que parece una mujer,
no necesito más paredes y adentro tengo
mucho espacio:
ese desierto negro que tanto te asusta.


Extraido de: Manual de Lecturas Rápidas para la Supervivencia 

15 diciembre 2012

.1


Mamá y papá
se fueron de casa
la soledad

Haiku


I am nobody:
A red sinking autumn sun
Took my name away


No soy nadie:
un sol rojo de otoño
se llevó mi nombre.

                                         de Richard Wright

11 diciembre 2012

Rodar

por los cantos
rodados
cantos
rodados

con los ámbares
las paredes
con los rayos
en la cara

buenas
palabras
completos
los soles 
tantas
cosas 
hasta el final
de las luces

hasta que cae
el telón
y después
las lágrimas

07 diciembre 2012

En la ciudad


Un hombre
sostiene un vaso deshecho
entre las manos. 
En los pies,
apoyado,
un cartel desesperado. 
Una niña
le mira,
bajo unas gafas rosas. 
En el paso de cebra
busca el regazo de mamá.
El muñeco
se pone verde. 
La multitud
camina. 

06 diciembre 2012

Invierno

Un baño caliente
para mis heridas. 
Las de fuera
escocerán
las de dentro
sanarán. 
Desnudo
mi piel
de tela. 
Meto un pie
luego el otro
en la bañera. 
Corre el agua
fría
fría
fría. 
Los dedos
púrpura
la piel
tirita. 
Y el agua
fría
fría
fría. 
Saco un pie
luego el otro
de la bañera. 
El gas.

Vuelvo
a la bañera. 
Los dedos
tirita
la piel
morada. 
Y el agua
fría
fría
fría. 
Mis heridas
son pobres
frías
pobres
tirita. 
No hay gas
para tanta tristeza. 
No hay calor
para tanto púrpura.  
No hay consuelo
para estos pies
en esta bañera 
blanca.

05 diciembre 2012

#Alfonlibertad


El día 14 de Noviembre, Alfonso y su chica salieron por la mañana a piquetear, porque era día de Huelga General. No habían caminado ni cien metros cuando les identifican y, acusados de tener material para cometer actos vandálicos, se les llevan a Moratalaz, junto a otras 12 personas.

Les someten a presiones varias para declarar, pero no lo hacen hasta que pasan 30 horas, cuando llega su abogado. En ese tiempo, la policía procede al registro de la sede de Bukaneros y de las dos viviendas de los jóvenes, de donde se llevan sus teléfonos móviles.

Al cabo de 72 horas, 13 jóvenes son liberados y Alfonso es trasladado a la prisión del Soto, por expresa petición del Ministerio Fiscal y según el auto de la jueza de guardia, por 'Alarma Social', una figura que desde 2007 ya no es motivo para prisión preventiva. Poco después y por si fuera poco se le aplica el régimen  FIES-5, para presos con “características especiales”. Esto es una serie de medidas de mayor control sobre el represaliado, que consisten (entre otras muchas cosas) en la intervención de las comunicaciones con su familia o su representante legal, cambio constante de centro penitenciario (sin tener en cuenta su pertenencia a una ciudad determinada), o la prohibición de tener más de dos libros o prendas de vestir.

De eso han pasado ya 21 días y Alfonso sigue en la cárcel sin motivo alguno que lo justifique. Así que las personas que entendemos que esto es un atropello y un abuso de poder intolerable, nos concentramos en la plaza de Lavapiés para exigir su liberación.

¿Y qué es lo que pasa? Pues que cuando dan las 8 de la tarde y la gente empieza a llegar, la plaza ya está tomada por 12 lecheras y un sinfín de antidisturbios que, ya con casco y escopetas de salvas, se dedican a identificar* a toda persona que pase por ahí. Porque ahora ser puntual es una amenaza para la seguridad ciudadana. 





En los tres cuartos de hora que dura la concentración, la policía nos rodea por todas partes. De hecho, por la calle Valencia, los coches no pueden pasar. Así que cuando la madre de Alfon coge el megáfono nos dice que nos vamos a quedar hasta menos cuarto y tranquilamente y sin líos nos vamos a ir. Cosa que efectivamente hacemos, después de pegar unas cuantos gritos bien pegados. Lo que pasa es que como algunas personas tardan un poco más en salir, se las identifica* también, porque ir lento, parece, ahora también es una amenaza para la seguridad ciudadana. 

Se vuelve a repetir el patrón. Las manis que más se reprimen son las antirrepresivas. 
Otra paradoja para la colección.

Aquí está la madre de Alfon contándolo:




*Identificación significa multa. 300 euros por llegar pronto o irte tarde de una plaza. O en el caso de Alfonso, 21 días de cárcel. Muy democrático todo.

Decir la verdad es revolucionario

Dibujo de Enrique Flores
Una buena tarde
una riada de personas,
entre ellas
muchas mujeres,
dan unas cuantas zancadas,
se pegan
otras pocas carcajadas,
y se plantan
en la plaza
a decir la verdad. 
Abren
la cremallera
de la mochila
y sacan
una tela
una manta
un queseyó. 
Una se arrampica
a la piedra
y le enfunda
la tela
la manta
el queseyó
a la estatua. 
Las personas
de la plaza,
entre ellas
muchas mujeres,
gritan que
No es un oso,
que es una Osa. 
Era el día
de la Mujer
y en época de mentiras
tocaba decir la verdad.
Que el oso y el madroño
Son la osa y el Madroño
Que la osa,
es la Osa Mayor.