10 febrero 2011

Ampliación del campo de batalla

La semana pasada, que estaba yo con problemas de acidez derivados del trato humano, me vino genial leer este libro. Por aquello de la empatía, de no sentir que eres la única que tiene sentimientos de odio hacia... ¿todo?
El narrador de esta novela es un técnico informático hastiado de su inútil trabajo, de su jefe, de las mujeres, del psicoanálisis, del sexo, del ser humano, de la sociedad, de la vida. De todo.
(...)''Me doy cuenta de que fumo cada vez más; debo rondar los cuatro paquetes al día. Fumar cigarrillos se ha convertido en la única parte de verdadera libertad en mi existencia. La única acción con la que me comprometo plenamente, con todo mi ser. Mi único proyecto.''(...)
Con altas dosis de sarcasmo crudo, hiriente y desternillante a un tiempo y un estilo sencillo y directo como un misil, relata el proceso de descomposición en el que se encuentra. Partiendo de un equilibrio imposible entre la realidad y el deseo de abstraerse de ella, el narrador busca son desgana el cabo de la cuerda para pisar, finalmente, tierra firme. Sin embargo, fracasa. La caída libre es inevitable.

No hay comentarios: