23 enero 2012

Color + adjetivo

La quietud se activa y desaparece. Entra el movimiento, zigzagueando por entre las espirales de aire cálido, poseyendo la aleación. Accionándola. Dos varas revolotean dibujando círculos imperfectos. Chocando entre sí, entrelazan deseos ovillados. El sonido como de raspadura, de fricción aguda se expande por todo el cuarto. Los sables se afilan, chillan a la soledad. ¡Fuera! Los brazos reviven una vibración extinta y la contagian al resto del cuerpo a través del rebote de la sangre en las paredes cobrizas de las venas. Circuitos de vida. Chasquidos en los codos, los nudillos estrellados. Un destello de atardecer irrumpe por la ventana. Una mujer combate la artritis. Enérgicamente, teje. 
Loas que adivinen el color y el adjetivo de que se trata, se llevarán una fantástica piruleta con forma de corazón. ¿Por qué dejaría yo de regalarlas?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Rojo acorazonado. (es que ya solo pienso en la piruleta...jummmm)

Do dijo...

caliente, caliente... :)