Lo más que hilas son dos palabras.
Y
si no sabes lo que va entre medias
dices una aaaaaaaaaaa larga.
Hay días que sí y días que no.
Pero cada vez son más los que sí
se corresponde el Sí con el Sí
y el no con el no.
Y así comienza la mañana.
- ¿Quieres bibi?
- Sí.
- ¿Quieres que vayamos a por el bibi?
- Sí.
- Tu solito.
- No, mamá.
- ¿Quieres que te lleve aupitas?
- Sí.
- Vamos.
- Manos.
- A calle, a calle, a calle.
Normalmente lo dices tres veces.
Y eso quiere decir que quieres caminar por la calle, creo.
Hasta hace poco solo decías ' a casa'
y no siempre quería decir ' a casa'
sino más bien vamos, movimiento.
Te vas volviendo más específico.
Y hermoso.
Como hermosas son las palabras que dices.
La primera fue 'si', más bien 'she' y siempre lo decías,
sin correspondencia.
es decir, no siempre quería decir si.
Pero lo decías y era hermoso.
La mayoría de los niños aprender el NO antes.
Pero tu no.
por eso no entiendo como es que no te reonocieran el superpoder del optimismo en la guardería.
Pero bueno, ahí voy, con esa pupita de madre.
También comenzaste a decir 'gracias' hace poco.
Sin que te pidiera que lo dijeras.
Simplemente lo dijiste.
Incluso el otro día le diste la gracias al río cuando nos íbamos.
Y casi lloro.
Ayer comenzaste a decir 'amor'.
Amor.
No sabes donde meterlo
y lo dices aquí y allá, a ver qué pasa.
Ayer comenzaste también a decir 'vete'
Y eso ya no es tan hermoso,
más lo dices.
vete o tetaté, que quiere decir siéntate.
A veces quiero comerte.
Cuando te pregunto como has dormido y me dices
- Mieeeeen.
Con la e bien larga y sonriente, asintiéndo con la cabeza.
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