13 mayo 2011

Con la muerte en las muñecas

Haciendo el cabra
me asomé al abismo de la muerte.
Vi mi cuerpo girando sobre las muñecas,
el corazón en la garganta,
sobre la barandilla,
el pulso a mil,
a tres metros del suelo.
Y mil futuros posibles.

Paraplejias.
Huesos rotos.
Sesos esparcidos por el terrazo.
El apagón.
Las lágrimas.
Los lamentos.
Las noticias de la 3.
Con lo joven que era.

Cuando mis pies tocaron el suelo,
por fin,
mi estómago era de flan de huevo,
y mis manos sudaban alivio.
Caminé hondo.
Nunca me había sentido tan sólida,
hundiendo la tierra a mi paso,
cortando el viento con mi nariz.

Había vuelto a nacer
y di gracias por ello.
(Todavía no se a quién)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Habrias dado positivo en el dopping.

Do dijo...

Fijo.