20 diciembre 2018

Gioia di vivere


Hermoso
salir
de casa
para volver
a casa

Hermoso
oler a humo
en la T2.

Hermoso atardecer
psicotrópico
en Es vedrá.

Derroche
de vitalidad
y frescura
un martes 18.

Tan hermoso
no poder contenerlo
en mi cuerpo
como la normalidad
de un amanecer
que no veo
en el Pou
y un bostezo.

Hermoso no
apresurar nada.

Lo que está
escrito
escrito
está.

Tan hermosos
los sobres
como los bajos.

Tan hermosos
los altis
como los saltos.

Hermoso entregarme
por igual
a la limpieza
del estudio
de Jose
que a la acupuntura
un miércoles 19.

Hermoso
acoger
a una total
desconocida.
Y sembrar
gratitud
en sus
ojos jaspeados,
gotas
en sus oídos
malitos.

Esperanza
y luz
a su crisis de fé.
Hermoso
es
ser milagro,
arrojarse
al vacío,
entregarse
al misterio,
a cada paso,
sin miedo.

Yo
soy
tú.


eres
yo.

¿Tu eres
de los que grita
por las mañanas
o por las noches?


Yo no soy
mejor ni peor
que nadie,
solo hago
lo que me da
la gana.

Hermoso
oler a humo
a destiempo.

Hermoso
visualizar
las navidades
de mística
Cristiana
silencio
abrazos
familia
y Kundalini
que se dibujan.

También...
ya la oigo
Sí,
la mochila está sucia.
Qué quieres que haga,
momi,
si la vida se desborda
ante mi
en mi
para mi.

Ella se ríe
de estas chorradas
yo lo sé.
Lo primero:
Lavarla.
Sí.

Hermoso
sentir
que veinte días
se quedarán
cortos
y respirar
y anclar
mis pies
en el ahora.

Ahora
que es hermoso
estar viva
y preguntar
¿Que más
es posible?
y quedarme
en la pregunta,
sonriendo,
en Plaza Castilla.

Y sentir tu olor
en la distancia.

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